Rómpete una pata

 CASQUITO

No debería sorprenderme la excelencia con la que está hecha está puesta en escena, quedé muy satisfecha con este trabajo, sé muy poco, por no decir nada sobre obras de teatro sobretodo regionales, pero después de terminar de ver está genialidad siento que el conjunto de todo, desde las luces, la poca y suficiente escenografía, los excelentes y diferentes papeles interpretados por un mismo artista, la música, el guión, la historia, el análisis social, la actuación, la producción, en fin todo…

  ¡quedó excelente!

   Al terminarla me quede helada del mensaje frió, realista y que a la vez, positivo, ¿Cómo se puede lograr tanto en 34 minutos? Y hablando del tiempo, sentí muchas ganas de ver más y al mismo tiempo con sensación que el tiempo estuvo perfecto, es algo muy curioso, no me cansaría de verla, quiero verla otra vez y otra vez y otra vez.

   Me queda claro que es un trabajo muy detallado, muy perfeccionado que no le pide nada a historias que se reflejan en el cine y que además tiene una problemática social fuerte en nuestro país. Cada palabra en el guión está bien pensado, el regionalismo perfectamente llevado a cabo y que pudiera representar cualquier lugar como bien lo comenta el actor, quién además escribe y dirige la puesta, y es por eso que me provoca un grado de impacto alto; al principio al escuchar que era unipersonal, creí que me gustaban más las puestas con más participaciones, más producción etc., pero me callaron la boca, ¡y de que modo! estuvo perfecta con lo que tuvo, además pensar que todo es trabajo de una sola persona me hace creer que es un genio que no solo ve a su pueblo en el que nació con ojos de amor, sino que crea una conciencia para los turulos de utilizar las armas con las que uno cuenta para ayudar a su terruño, es decir con lo que se  tiene y esté actor tiene talento para llevar el mensaje indicado y no solo decir “mi pueblo es chingón y ya” sino ser crudo, realista y decir, “esto es lo que veo y  no está bien”, porque también se puede ayudar educando y a decir verdad es eso lo que deja legado al fin de cuentas, algo tan básico y que pasa desapercibido, como dice una  frase conocida por muchos, “Dale un pez a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá siempre”.

   Es la muestra que cuando hay talento, pasión y dedicación, no se necesita mucho para que sea excelente, yo no le pondría más, está bien desarrollado con lo que tiene y hasta me atrevo a decir que debió pensarlo así desde el principio. No es porque sea mi hermano por lo que he escrito estás líneas, es porque me resultó un excelente trabajo de una persona muy dedicada, profesional y analítica y sí, después de eso sí se me hincha el corazón de orgullo que sea mi hermano, que sea chiapaneco, mexicano, ¡simplemente que sea un ser humano con conciencia, pues!

   Así que no se pueden perder Casquito, no por nada Jaime Chabaud de Milenio le dio una excelente crítica y ganó dos veces el primer lugar, la primera en Tuxtla Gutiérrez y la segunda en Campeche. Si tienen oportunidad de verla… ¡No lo duden, no se van arrepentir!