¡Ay como me molesta no ser evolucionada o en su defecto, adaptada!
No soy prueba de que seguimos evolucionando ¿por qué? Porque hace ya casi un año comenzaron a salir las ineficientes (en la actualidad) muelas del juicio. Yo me pregunto ¿para que chingaos salen a estás alturas de la vida?, ya no las necesitamos, nuestra dieta ya cambio (a no ser que seas hipster), ya no sólo comemos frutos, hierba y semillas duras con los que antes se le destruían los molares a los antiguos pobladores de la tierra. Nuestro cuerpo debería estar al tiro y decir, ¡ay, yo iba a salir, pero realmente ya no me necesitan así que mejor no!, y ahora lo único que provocan a parte de la incomodidad y el dolor, es la anti-estética dentadura, ya que recorren los dientes existentes encimándolos unos con otros. ¡Qué triste por los que se la pasaron toda su adolescencia con braques! porque se enfrentan a que estas inesperadas muelas arruina vidas y arruina todo; a no ser que vayas al horrible dentista y te los quiten, pero bienvenido dolor para ese procedimiento.
Ahora, si ya probaron el punto de
que no soy evolucionada, ¿por qué razón ya no puedo estar de pie por mucho tiempo,
como nuestros ancestros?, o sea la cosa es joderte… y es que
quiero ponerme productiva en las labores del hogar y no pasa mucho tiempo y ya
me duelen mis pies, ¿qué les pasa? En vano tanto callo horrible para dar
fortaleza y evitar cortaduras, y como dice Franco Escamilla, “me pudre, me
castra, me laxa, me excrementa estás situaciones”.
Y pienso, “bueno pero debo estar
bien evolucionada en otros aspectos importantes, tal vez mi sistema digestivo
es una chingonería y ya se adaptó a las comidas rápidas, tal vez, solo tal vez,
ahora yo digiero rápido y por más grasas, carbohidratos, azúcares y demás cosas
que ingiera mi cuerpo, que difiera a lo que nuestros antiguos pobladores
comían, este ya sabe que es el pan de cada día y no hay ningún problema, así
que es bien eficiente y convierte el exceso en bueno, lo malo en bueno y lo
mínimo en bueno, y el resultado un cuerpo atlético y sano”… ¡Ja-ja-ja! Pero
resulta que es un vil sueño, una esperanza, una broma de mal gusto y para
compensar a nuestro antievolucionado cuerpo, debes simular ser un nómadas que
hacían largas caminatas, pero como no hay tiempo, ahora debe ser corriendo,
trotando, alzando los pies, presionando unas 10 mil veces el abdomen, agachándote
50 mil veces más y ¿por qué no? apretando los glúteos otros 40 mil veces y un
sinfín de formas chistosas todo para simular el antiguo entorno que ya se
extinguió que ya no existe y de esa forma, eliminar nuestro exceso de mesoglea,
mesénquima y demás, mejor conocida como “lonja”.

Sin embargo yo (el burro por
delante), nosotros… ustedes, seguimos aquí, inadaptados, odiando que la evolución se de en lapsos muy largos y dado a ese hecho sigamos siento anti-evolucionados.
Fin
Comentarios
Publicar un comentario