R ecuerdo que cuando incursione en este basto mundo de una cosita llamada Internet, mi primera cuenta de correo electrónico la abrí en latinmail (creo que ya ni existe ese portal). Y en esa misma página me la pasaba horas y horas en el chat, o bien jugando en línea Batalla Naval, que es un juego (válgame la redundancia) donde colocas tus barquitos de forma horizontal o vertical como prefieras en una matriz de cuadros, pero obvio el oponente no puede ver como los acomodaste, a continuación llevan a cabo una batalla uno a uno hasta que alguno de los dos le atine a cualquiera de los barquitos del oponente, si alguno le llega a pegar a un cuadro de la matriz donde se encuentre uno de tus barcos dobletea el turno hasta que deje de atinarle, en fin… este blog no es para enseñarles como jugarlo, porque ya hasta la película salió con Rihanna. Más bien se trata de que algunas veces siento que mi vida es una chistosa metáfora de aquel juego, donde los barquitos son los seres que más aprecio en...
Cuando no hablo... entonces estoy muerta